
Granito y cuarzo compacto (como Silestone) no compiten en ‘cuál es mejor’, sino en ‘qué tipo de problema prefieres gestionar’.
- El cuarzo es más propenso a estallar por calor (choque térmico) y sus reparaciones son complejas.
- El granito natural requiere sellado para evitar manchas, pero soporta el calor directo sin problemas.
Recomendación: Si cocinas con ollas muy calientes y valoras la durabilidad ante el calor, elige granito. Si priorizas la consistencia del color y un mantenimiento diario más simple (sin sellado), elige cuarzo, pero usa siempre salvamanteles.
Llevo años en este oficio. He instalado, pulido y reparado más encimeras de las que puedo contar. Y cada vez que un cliente me pregunta «Silestone o granito», sé que no busca un catálogo. Busca la verdad. La que no viene en el folleto brillante que te dan en la tienda de cocinas. La pregunta real no es cuál aguanta mejor el limón y el aceite, sino cuál es el punto de fallo de cada material y si estás dispuesto a vivir con él. Porque, y que esto quede claro desde el principio, la encimera perfecta de ‘mantenimiento cero’ no existe. Eso es un argumento de venta, no una realidad del taller.
El granito es una piedra natural, una bestia honesta. Es poroso, sí. Si no lo sellas, una gota de aceite puede dejar una sombra. Pero aguanta el calor como ninguna. El cuarzo compacto, como Silestone, es una maravilla de la ingeniería: un 94% de cuarzo natural mezclado con resinas y pigmentos. Su gran ventaja es que no es poroso. El limón y el aceite resbalan. ¿El problema? Esa resina, ese pequeño porcentaje que le da el color y la cohesión, es su talón de Aquiles. No le gusta el calor extremo. Y ahí es donde empiezan los problemas de verdad en una cocina de uso intensivo.
Este artículo no es para convencerte de uno u otro. Es para darte la información que yo le daría a un amigo. Vamos a hablar de lo que pasa cuando la olla hirviendo toca la superficie, de si ese golpe en el canto tiene arreglo, de por qué esa garantía de 25 años tiene más letra pequeña que un contrato de telefonía y de otros detalles que marcan la diferencia en el día a día. Al final, elegirás con conocimiento de causa, sabiendo no solo las virtudes, sino también los vicios de tu futura encimera.
Para navegar por esta guía sin rodeos, aquí tienes los puntos clave que vamos a destripar. Cada uno es una lección aprendida a base de ver encimeras en cocinas reales, no en exposiciones.
Sommaire : La verdad del marmolista sobre los materiales de tu cocina
- El mito de poner la olla caliente sobre el cuarzo y por qué puede estallar tu encimera
- Se puede reparar un desportillado en el canto de una encimera de cuarzo?
- Brillo o Suede (mate): qué acabado de encimera es más sucio para el día a día?
- Por qué debes registrar tu encimera de marca nada más instalarla para no perder la garantía de 25 años?
- Fregadero bajo encimera o integrado del mismo material: dónde se acumula más suciedad?
- Manteles o salvamanteles: qué protege mejor una mesa de madera del calor de las fuentes?
- Diferencia táctil entre la piedra sinterizada y la piedra natural al apoyar la mano
- Es necesario aumentar la potencia contratada al instalar una placa de inducción?
El mito de poner la olla caliente sobre el cuarzo y por qué puede estallar tu encimera
Vamos a ser directos: la principal causa de muerte de una encimera de cuarzo es el choque térmico. Te venden que es «resistente al calor», y es cierto hasta cierto punto. Pero esa resistencia se refiere a un calor moderado y distribuido. Cuando sacas una olla del fuego a 200°C y la posas directamente sobre la encimera fría, la diferencia de temperatura es brutal. La resina que une las partículas de cuarzo se expande de forma violenta y desigual, mientras que el resto de la superficie permanece fría. El resultado es una tensión interna que puede provocar un «¡crack!» y una fisura que se extiende como una telaraña. He visto encimeras de miles de euros arruinadas por este simple gesto.

A diferencia del cuarzo, el granito es una roca ígnea, formada a temperaturas altísimas bajo tierra. Apoyar una olla caliente sobre él es como hacerle cosquillas. No le afecta. Aquí es donde la «verdad del taller» choca con el marketing. El cuarzo es más resistente a las manchas químicas, pero inmensamente más frágil ante el calor directo. Y la sustitución no es barata; hablamos de cifras que, según datos recientes del sector de reformas en España, se mueven entre 500€ y 1.500€ para una cocina estándar. Por eso, si eliges cuarzo, los salvamanteles no son una opción, son una obligación.
Plan de acción: protocolo anti-choque térmico
- Crea el hábito: Mantén siempre salvamanteles de corcho o silicona apilados junto a la zona de cocción. La comodidad es clave para que los uses.
- La regla de los 5 minutos: Antes de apoyar cualquier recipiente, espera un mínimo de 5 minutos o utiliza una tabla de cortar como superficie intermedia.
- Recordatorios visuales: Si es necesario, instala pegatinas discretas resistentes al calor cerca de los fogones como recordatorio.
- Inspección periódica: Una vez al mes, pasa la mano por las zonas cercanas al fuego buscando microfisuras. Detectarlas a tiempo puede evitar un mal mayor.
- Educa a la familia: Asegúrate de que todos en casa conocen esta regla fundamental. Una sola imprudencia puede costar muy cara.
¿Se puede reparar un desportillado en el canto de una encimera de cuarzo?
Otro de los «puntos de fallo» habituales de las encimeras, especialmente las de cuarzo, son los desportillados en los cantos. Un golpe seco con una sartén pesada o una botella y ¡zas!, salta un trocito. La buena noticia es que sí, se puede reparar. La mala noticia es que el resultado depende enormemente del tamaño del daño y de la habilidad del profesional. No creas en los kits milagrosos que se venden por internet para daños que no sean minúsculos.
Para un pequeño «picotazo» de menos de un par de centímetros, un buen profesional puede hacer una reparación casi invisible. Se utiliza una masilla de poliéster o resina epoxi que se tinta con el color exacto de la encimera. Se aplica, se deja secar y luego se lija y pule hasta igualar el brillo. El secreto está en la mezcla del color y en el pulido final. Si el desportillado es grande o está en una zona muy visible, la reparación, aunque funcional, puede notarse al trasluz o al tacto. Es una solución para salvar la pieza, no para que vuelva a estar como el primer día.
Estudio de caso: Reparación en Silestone Blanco Zeus
Un cliente en Barcelona tenía un desportillado de 3 cm en el canto frontal de su encimera de Silestone blanco. El golpe había dejado un hueco muy visible. Utilicé una resina epoxi especial, mezclada con polvo de cuarzo del mismo material para recrear la textura. El proceso completo, incluyendo el tintado, la aplicación, el secado con lámpara UV y el pulido progresivo con distintos granos, duró unas 3 horas. El coste fue de 250€, evitando un reemplazo completo de la encimera que estaba valorado en más de 2.400€.
La viabilidad de la reparación depende, como casi todo, del coste y la expectativa. Aquí tienes una idea general de las opciones.
| Tipo de daño | Kit DIY | Reparación profesional | Coste estimado |
|---|---|---|---|
| Desportillado pequeño (< 2cm) | Recomendado | Opcional | 30-50€ (kit) / 150-200€ (profesional) |
| Desportillado medio (2-5cm) | Difícil | Recomendado | 200-300€ |
| Desportillado grande (> 5cm) | No recomendado | Imprescindible | 300-500€ |
| Múltiples desportillados | No viable | Evaluación necesaria | 400€+ |
Brillo o Suede (mate): qué acabado de encimera es más sucio para el día a día?
Esta es la eterna pregunta en la exposición. El acabado pulido (brillo) es espectacular, refleja la luz y da una sensación de limpieza impoluta. El acabado mate (Suede, en la terminología de Silestone) es elegante, moderno y muy agradable al tacto. Como marmolista, te digo que ambos se ensucian, pero de manera diferente. La elección depende de qué tipo de suciedad te molesta más.
El acabado pulido es un imán para las huellas, especialmente en colores oscuros. Cualquier dedo grasiento deja una marca visible. Sin embargo, su superficie lisa hace que las manchas líquidas (vino, café) se limpien con una facilidad pasmosa. Por otro lado, el acabado mate disimula mucho mejor las huellas, pero su ligera textura puede hacer que las manchas de grasa o los restos de cal del agua se aferren un poco más. Requiere una limpieza un poco más insistente para eliminar ciertas marcas. En España, esto es crucial, ya que el 70% de la costa mediterránea tiene agua con más de 300 mg/l de CaCO3, lo que significa que las manchas de cal son un enemigo diario en acabados mate.

La «verdad del taller» es que no hay un acabado más limpio, sino un tipo de mantenimiento distinto. El pulido requiere pasadas constantes con un paño para quitar huellas. El mate necesita una limpieza semanal más a fondo para evitar que la cal o la grasa se incrusten en su micro-textura. Mi recomendación para cocineros intensivos suele ser el pulido: es más fácil limpiar una salpicadura de aceite en caliente sobre una superficie lisa que frotar una mancha seca en una superficie texturizada.
Por qué debes registrar tu encimera de marca nada más instalarla para no perder la garantía de 25 años?
Aquí entramos en uno de los grandes argumentos de venta: la «garantía de 25 años». Suena increíble, pero es fundamental entender qué es y qué no es. No es un seguro a todo riesgo. Es una garantía comercial contra defectos de fabricación del material. No cubre NADA de lo que hemos hablado: ni grietas por choque térmico, ni desportillados por golpes, ni manchas por un mal uso. Cubre, por ejemplo, que la tabla venga con una burbuja de aire interna que provoque una fisura espontánea, algo extremadamente raro.
Entonces, ¿por qué es vital registrarla? Porque la mayoría de fabricantes, como Cosentino (Silestone), te exigen registrar el producto online en un plazo corto tras la instalación (normalmente 30-60 días) para activar esta garantía comercial extendida. Si no lo haces, te quedas únicamente con la garantía legal española de 3 años, que cubre problemas de conformidad o de instalación, pero no un defecto del material que pueda aparecer en el año 5.
Registrar la encimera es un trámite gratuito que apenas lleva cinco minutos. Necesitarás la factura de compra y, a veces, un código que viene en la propia tabla (el marmolista debería facilitártelo). Al hacerlo, te aseguras esa cobertura a largo plazo para el único tipo de problema que la marca asume como propio: un fallo en su proceso de producción. No hacerlo es como rechazar un seguro gratuito. Puede que nunca lo uses, pero si lo necesitas y no lo tienes, el problema será exclusivamente tuyo.
Fregadero bajo encimera o integrado del mismo material: dónde se acumula más suciedad?
La elección del fregadero es más importante de lo que parece para la higiene y el mantenimiento a largo plazo. Las dos opciones más populares hoy en día son el fregadero de acero inoxidable instalado «bajo encimera» y el fregadero «integrado», hecho del mismo material que la encimera (Silestone, granito, etc.). Estéticamente, el integrado es espectacular, crea una continuidad visual perfecta. Pero, ¿y la limpieza?
Aquí la experiencia es clara: el punto débil del fregadero bajo encimera es la junta de silicona que lo une a la piedra. Esa pequeña línea es un paraíso para la humedad, la cal y el moho, especialmente en zonas de agua dura. Por mucho que se limpie, con el tiempo es habitual que la silicona se ennegrezca. Un estudio reciente en cocinas de la costa mediterránea reveló que el 80% de estos fregaderos acumulaban moho visible en la junta tras solo dos años.
El fregadero integrado elimina este problema por completo, al ser una única pieza sin juntas. La suciedad no tiene dónde esconderse. Sin embargo, tiene su propio desafío: los ángulos. Las esquinas internas de los fregaderos integrados suelen ser muy rectas (radios pequeños) y es ahí donde la cal tiende a acumularse si no se seca bien después de cada uso. No obstante, es un problema de cal (blanco) y no de moho (negro), y es más fácil de tratar. La gran desventaja del integrado es el precio; según los precios actuales del mercado español, puede costar entre 800€ y 1.500€ más que la opción bajo encimera.
Manteles o salvamanteles: qué protege mejor una mesa de madera del calor de las fuentes?
Aunque nos hemos centrado en las encimeras de piedra, el problema del calor afecta a toda la cocina. Una mesa de comedor de madera, por ejemplo, es extremadamente vulnerable. Mucha gente cree que un mantel de tela o de hule es suficiente protección. Es un error que puede costar caro. La mayoría de los manteles, incluso los más gruesos, no son aislantes térmicos eficaces. El calor de una fuente recién salida del horno los atraviesa y puede dejar una marca blanca permanente en el barniz de la madera.
La única protección real contra el calor concentrado son los salvamanteles. Pero no todos son iguales. Los mejores materiales son aquellos con baja conductividad térmica. El corcho y la silicona son los campeones indiscutibles, capaces de aislar temperaturas muy altas y proteger la superficie que tienen debajo. El fieltro grueso también funciona bien, pero tiene un límite de temperatura inferior. El ratán o el bambú son estéticos, pero su estructura trenzada puede dejar pasar el calor si la fuente es muy pesada y comprime las fibras.
Puse una cazuela de barro recién salida del horno sobre mi mantel de hule. No solo se derritió el mantel, sino que el plástico se adhirió permanentemente a la madera de roble. Tuvimos que lijar y barnizar toda la mesa. Ahora solo uso salvamanteles de corcho grueso.
– Usuaria de Valencia, Foro Houzz
La lección es simple: los manteles son para decorar y proteger de arañazos o pequeñas salpicaduras. Para el calor, solo los salvamanteles específicos son una garantía. Invertir en un buen juego de salvamanteles de corcho o silicona es infinitamente más barato que restaurar una mesa de madera maciza.
| Material | Resistencia térmica | Precio medio | Durabilidad |
|---|---|---|---|
| Corcho natural | Excelente (hasta 200°C) | 5-10€ | 3-5 años |
| Silicona | Superior (hasta 230°C) | 8-15€ | 5-10 años |
| Fieltro grueso | Buena (hasta 150°C) | 3-8€ | 2-3 años |
| Ratán | Moderada (hasta 120°C) | 10-20€ | 5-7 años |
Diferencia táctil entre la piedra sinterizada y la piedra natural al apoyar la mano
Más allá de la resistencia y el mantenimiento, hay una cualidad que a menudo se pasa por alto: la sensación. La diferencia al apoyar la mano o el brazo sobre una encimera de granito frente a una de cuarzo o piedra sinterizada (como Neolith o Dekton) es abismal. Es algo que no se aprecia en una foto, pero que define la experiencia de vivir en esa cocina.
El granito, como piedra natural, tiene una mayor inercia térmica. Esto significa que siempre se siente más frío al tacto que la temperatura ambiente. Es una sensación densa, sólida, «viva». En un test a ciegas realizado en un showroom de Barcelona, el 78% de los participantes identificaron correctamente el granito solo por su tacto más frío, describiéndolo como «natural» debido a sus microvariaciones de textura y temperatura.
Las piedras sinterizadas y los cuarzos compactos, al contener resinas o ser fabricados industrialmente, se sienten menos fríos, más cercanos a la temperatura ambiente. Su superficie es perfectamente uniforme, sin las pequeñas imperfecciones o cambios de veta que tiene el granito. Algunos lo perciben como algo más «plástico» o «industrial», aunque sea una sensación muy sutil. La elección es puramente personal, pero es un factor a tener en cuenta si valoras la conexión con materiales naturales.
En un caluroso día de verano en Andalucía, apoyar los brazos en una encimera de granito ofrece una sensación refrescante que un material sinterizado no proporciona de la misma manera.
– José María García, Arquitecto especialista en cocinas mediterráneas
Puntos clave a recordar
- El cuarzo es vulnerable al choque térmico; el granito no. Usa siempre salvamanteles en encimeras de cuarzo.
- Los acabados mate y brillo se ensucian de forma distinta: el brillo atrae huellas, el mate retiene más la cal y la grasa.
- La garantía de 25 años solo cubre defectos de fábrica, no daños por uso. Regístrala siempre para activarla.
¿Es necesario aumentar la potencia contratada al instalar una placa de inducción?
Esta es la última pregunta que muchos se hacen, a menudo cuando ya está todo instalado y salta el diferencial. Instalar una placa de inducción moderna, que puede tener una potencia nominal de 7.2 kW o más, no significa automáticamente que tengas que contratar más potencia. La clave está en una función que traen casi todas: el limitador de potencia.
Esta función permite al instalador configurar la placa para que nunca demande más de una potencia determinada, por ejemplo, 4.6 kW. Esto es lo que se hace en la mayoría de los hogares en España para adaptarla a contratos de potencia estándar (entre 4.6 kW y 5.75 kW). De hecho, se estima que el 65% de las placas de inducción en España funcionan con limitador a 4.6 kW. ¿Qué significa esto en la práctica? Que no podrás poner los 4 fuegos en modo «boost» a la vez. Si lo intentas, la placa gestionará la energía, bajando la potencia de unos para dársela a otros, pero nunca superará el límite configurado.
La necesidad de aumentar la potencia contratada dependerá de tu uso simultáneo de electrodomésticos. Si eres de los que cocinan con la placa a tope mientras el horno está en marcha y la lavadora centrifugando, probablemente necesites un contrato superior a 5.75 kW. Pero para una familia media, que hace un uso escalonado de los grandes electrodomésticos, una potencia contratada de 4.6 kW o 5.75 kW con la placa limitada suele ser más que suficiente. Mi consejo es: prueba primero. Instala la placa con el limitador y vive con ella unas semanas. Si el Interruptor de Control de Potencia (ICP) no salta nunca, no necesitas gastar más dinero en tu factura de la luz.
Ahora que tienes la verdad del taller sobre los materiales y su comportamiento en una cocina real, el siguiente paso es aplicar este conocimiento a tu elección personal, siendo consciente de los compromisos que adquieres con cada material.
Preguntas frecuentes sobre encimeras y cocinas en España
¿Qué daños excluye específicamente la garantía de 25 años de Silestone?
La garantía comercial de 25 años excluye explícitamente las grietas por choque térmico (apoyar ollas calientes), los daños por exposición al exterior, los golpes o desportillados ocurridos después de la instalación y cualquier daño causado por el uso de productos químicos inadecuados o abrasivos.
¿Cuál es la diferencia entre garantía comercial y garantía legal en España?
La garantía legal, establecida por ley en España en 3 años, cubre problemas de conformidad del producto (que no sea apto para el uso previsto) y defectos de instalación. La garantía comercial de 25 años es un extra que ofrece el fabricante y solo cubre defectos de fabricación intrínsecos del material.
Si tengo un problema con mi encimera en garantía, ¿a quién debo contactar primero?
En España, el protocolo indica que el primer contacto debe ser siempre con el establecimiento que te vendió e instaló el producto, ya sea la tienda de cocinas o el marmolista. Ellos son los responsables de gestionar la reclamación inicial con el fabricante, como Cosentino.
¿Cuál es el consumo real de una placa de inducción con limitador?
El consumo máximo será el valor al que esté configurado el limitador. Si una placa de 7.2 kW teóricos se limita a 4.6 kW, nunca consumirá más de 4.6 kW, aunque uses varios fuegos. La placa gestionará la energía internamente para no superar ese umbral.
¿Qué potencia es recomendable contratar para una familia de 4 personas con inducción?
Para un uso confortable que permita utilizar la placa de inducción, el horno y otros electrodomésticos de forma simultánea sin que salte el diferencial, lo más recomendable es tener una potencia contratada de entre 5.75 kW y 6.9 kW.